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Historia
27 enero 2023
ONU Bolivia participa en el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto
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Discurso
27 enero 2023
Mensaje del Secretario General con motivo del Día internacional de conmemoración en memoria de las víctimas del holocausto
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Discurso
24 enero 2023
Mensaje del Secretario General con motivo del Día Internacional de la Educación
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Últimas novedades
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible en Bolivia
Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible— aprobada por los líderes mundiales en septiembre de 2015 en la cumbre histórica de las Naciones Unidas — entraron en vigor oficialmente el 1 de enero de 2016. Con estos nuevos Objetivos de aplicación universal, en los próximos 15 años los países intensificarán los esfuerzos para poner fin a la pobreza en todas sus formas, reducir la desigualdad y luchar contra el cambio climático garantizando, al mismo tiempo, que nadie se quede atrás.
Discurso
24 enero 2022
Mensaje del Secretario General con motivo del Día Internacional de la Educación
La pandemia de COVID-19 ha provocado el caos en la educación en todo el mundo.
Unos 1.600 millones de escolares y universitarios vieron interrumpidos sus estudios en el momento álgido de la pandemia, y las dificultades no han terminado.
En la actualidad, el cierre de escuelas sigue perturbando la vida de más de 31 millones de estudiantes y agravando la crisis mundial del aprendizaje. Si no tomamos medidas, la proporción de niños en los países en desarrollo que dejan la escuela y no saben leer podría aumentar del 53 % al 70 %. Sin embargo, la conmoción que se vive en el sector de la educación trasciende las cuestiones de acceso y desigualdad. Nuestro mundo está cambiando a un ritmo vertiginoso, como consecuencia de la innovación tecnológica, los cambios sin precedentes en el mundo del trabajo, la irrupción de la emergencia climática y la pérdida generalizada de confianza entre las personas y las instituciones. Los sistemas educativos convencionales tienen dificultades para impartir los conocimientos, habilidades y valores que necesitamos para crear un futuro mejor, más verde y más seguro para todos. La educación es un bien público preeminente y un factor esencial para la implementación de toda la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. La comunidad internacional no puede permitirse ser neutra en cuanto a la calidad y relevancia de la educación y el modo en que se brinda. Por ello, este año voy a organizar una Cumbre sobre la Transformación de la Educación. Ha llegado el momento de reactivar nuestro compromiso colectivo con la educación. Eso significa invertir en planes integrales para ayudar a los estudiantes a recuperarse de las pérdidas de aprendizaje que han sufrido. Significa situar la educación en el centro de los esfuerzos de recuperación más amplios, destinados a transformar las economías y las sociedades y a acelerar los avances en materia de desarrollo sostenible. Significa solidaridad financiera con los países en desarrollo. Y significa iniciar un proceso de reflexión y análisis para dilucidar cómo pueden evolucionar y transformarse los sistemas educativos nacionales de aquí a 2030. En la Cumbre sobre la Transformación de la Educación, se reunirán por primera vez los líderes mundiales, los jóvenes y todas las partes interesadas en la educación para considerar estas cuestiones fundamentales. En este Día Internacional de la Educación, y mientras nos preparamos para la Cumbre que se celebrará este año, hago un llamamiento a todos para que se unan en torno a la educación como un bien público y una prioridad política de primer orden en el contexto de la recuperación y de cara al futuro.
Unos 1.600 millones de escolares y universitarios vieron interrumpidos sus estudios en el momento álgido de la pandemia, y las dificultades no han terminado.
En la actualidad, el cierre de escuelas sigue perturbando la vida de más de 31 millones de estudiantes y agravando la crisis mundial del aprendizaje. Si no tomamos medidas, la proporción de niños en los países en desarrollo que dejan la escuela y no saben leer podría aumentar del 53 % al 70 %. Sin embargo, la conmoción que se vive en el sector de la educación trasciende las cuestiones de acceso y desigualdad. Nuestro mundo está cambiando a un ritmo vertiginoso, como consecuencia de la innovación tecnológica, los cambios sin precedentes en el mundo del trabajo, la irrupción de la emergencia climática y la pérdida generalizada de confianza entre las personas y las instituciones. Los sistemas educativos convencionales tienen dificultades para impartir los conocimientos, habilidades y valores que necesitamos para crear un futuro mejor, más verde y más seguro para todos. La educación es un bien público preeminente y un factor esencial para la implementación de toda la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. La comunidad internacional no puede permitirse ser neutra en cuanto a la calidad y relevancia de la educación y el modo en que se brinda. Por ello, este año voy a organizar una Cumbre sobre la Transformación de la Educación. Ha llegado el momento de reactivar nuestro compromiso colectivo con la educación. Eso significa invertir en planes integrales para ayudar a los estudiantes a recuperarse de las pérdidas de aprendizaje que han sufrido. Significa situar la educación en el centro de los esfuerzos de recuperación más amplios, destinados a transformar las economías y las sociedades y a acelerar los avances en materia de desarrollo sostenible. Significa solidaridad financiera con los países en desarrollo. Y significa iniciar un proceso de reflexión y análisis para dilucidar cómo pueden evolucionar y transformarse los sistemas educativos nacionales de aquí a 2030. En la Cumbre sobre la Transformación de la Educación, se reunirán por primera vez los líderes mundiales, los jóvenes y todas las partes interesadas en la educación para considerar estas cuestiones fundamentales. En este Día Internacional de la Educación, y mientras nos preparamos para la Cumbre que se celebrará este año, hago un llamamiento a todos para que se unan en torno a la educación como un bien público y una prioridad política de primer orden en el contexto de la recuperación y de cara al futuro.
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17 enero 2023
Visita oficial a Bolivia del Director DCO LAC en noviembre 2022
El Director Regional para América Latina y el Caribe de la Oficina de Coordinación del Desarrollo realizó una visita oficial a Bolivia del 20 al 25 de noviembre de 2022. Su misión incluyó reuniones con autoridades nacionales, mujeres emprendedoras, jóvenes líderes y lideresas, además del Equipo País de Naciones Unidas en Bolivia.
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Discurso
23 enero 2023
Discurso del Secretario General en el Foro Económico Mundial 2023
Excelencias, queridos amigos,
Muchas gracias por su bienvenida y gracias, estimado Presidente Schwab, por sus amables palabras. Me alegro mucho de estar de nuevo en Davos, y una vez más en persona.
Su tema expone perfectamente el dilema del mundo actual:
Necesitamos cooperación, pero nos enfrentamos a la fragmentación.
No estoy aquí para endulzar la magnitud de este reto ni el lamentable estado de nuestro mundo.
No podemos hacer frente a los problemas a menos que los miremos directamente a los ojos.
Y estamos mirando el ojo de un huracán categoría 5.
Nuestro mundo está asolado por una tormenta perfecta en varios frentes.
Empecemos por el corto plazo, una crisis económica mundial.
El panorama, como todos sabemos, es sombrío.
Muchas partes del mundo se enfrentan a una recesión y el mundo entero a una desaceleración
Vemos cómo se agudizan las desigualdades y se desarrolla rápidamente una crisis del coste de la vida que afecta sobre todo a las mujeres y las niñas.
Interrupciones en la cadena de suministro y escasez de energía.
Precios al alza.
Subida de las tasas de interés junto con la inflación.
Y los niveles de deuda golpean a los países vulnerables.
A todo esto hay que añadir los efectos persistentes de la pandemia.
La COVID-19 sigue poniendo a prueba las economías y la incapacidad del mundo para prepararse para futuras pandemias está poniendo a prueba nuestra credibilidad.
De alguna manera -después de todo lo que hemos sobrellevado- no hemos aprendido las lecciones de salud pública mundial de la pandemia. No estamos ni remotamente preparados para las pandemias venideras.
A todo esto hay que añadir otro reto importante y, de hecho, existencial.
Estamos coqueteando con el desastre climático.
Cada semana aparece una nueva historia de horror climático.
Las emisiones de gases de efecto invernadero están en niveles récord y siguen creciendo.
El compromiso de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados está a punto de esfumarse.
Sin medidas concretas, nos dirigimos a un aumento de 2,8 grados.
Las consecuencias, como todos sabemos, serían devastadoras. Varias partes de nuestro planeta serían inhabitables. Y para muchos, significaría una sentencia de muerte.
Pero esto no es una sorpresa. La ciencia ha sido desde hace décadas.
Y no hablo sólo de las y los científicos de la ONU.
Hablo incluso de las y los científicos de los combustibles fósiles.
La semana pasada supimos que algunos productores de combustibles fósiles eran plenamente conscientes en los años setenta de que su principal producto estaba horneando nuestro planeta.
Y al igual que la industria tabaquera, pasaron por encima de su propia ciencia.
Algunos en Big Oil vendieron la gran mentira.
Y al igual que la industria tabacalera, los responsables deben rendir cuentas.
Hoy en día, los productores de combustibles fósiles y quienes los apoyan siguen corriendo para aumentar la producción, sabiendo muy bien que este modelo de negocio es incompatible con la supervivencia humana.
Ahora bien, esta locura pertenece a la ciencia-ficción, aunque sabemos que el colapso del ecosistema es un frío y duro hecho científico.
Añádase a este brebaje tóxico otro ingrediente explosivo: el conflicto, la violencia, la guerra.
Especialmente la invasión rusa a Ucrania, no sólo por el inenarrable sufrimiento del pueblo ucraniano, sino por sus profundas implicaciones globales.
En los precios mundiales de los alimentos y la energía. En el comercio y las cadenas de suministro. En cuestiones de seguridad nuclear.
Sobre los fundamentos mismos del derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
Estamos haciendo todo lo posible por avanzar en lo que podemos, sobre todo en facilitar las exportaciones de alimentos y fertilizantes desde Ucrania y también desde Rusia.
Pero estamos muy lejos de una paz acorde con el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
Así pues, queridos amigos, todos estos retos están interrelacionados.
Se están acumulando como coches en un choque en cadena.
Seamos claros.
Sería difícil encontrar soluciones a estos problemas globales interrelacionados en el mejor de los tiempos, y en un mundo que estuviera unido.
Pero estamos lejos de los mejores tiempos y el mundo está lejos de estar unido.
Por el contrario, nos enfrentamos a los niveles más graves de división geopolítica y desconfianza en generaciones, y esto lo está socavando todo.
En primer lugar, la división Este-Oeste.
Corremos el riesgo de lo que he denominado la Gran Fractura: la disociación de las dos mayores economías del mundo.
Una grieta tectónica que crearía dos conjuntos diferentes de normas comerciales, dos monedas dominantes, dos Internet y dos estrategias contrapuestas sobre inteligencia artificial.
Esto es lo último que necesitamos.
El Fondo Monetario Internacional informó de que dividir la economía mundial en dos bloques podría reducir el PIB mundial en la escalofriante cantidad de 1,4 billones de dólares.
Ahora bien, hay muchos aspectos en los que las relaciones entre Estados Unidos y China serán inevitablemente divergentes, sobre todo en cuestiones de derechos humanos y en algunos ámbitos de la seguridad regional.
Pero a pesar de ello, es posible -y yo diría que es esencial- que ambos países mantengan un compromiso significativo en materia de clima, comercio y tecnología para evitar la disociación de las economías o incluso la posibilidad de una futura confrontación.
Para los historiadores que puedan estar escuchando: debemos evitar una secuela en el siglo XXI de la llamada Trampa de Tucídides.
Al mismo tiempo y, en segundo lugar, la brecha Norte-Sur se está profundizando.
No estoy convencido de que el mundo más rico y sus dirigentes comprendan realmente el grado de frustración e incluso de ira que existe en el sur global.
Frustración e ira por la enorme desigualdad en la distribución de vacunas en el pasado reciente.
Frustración y enfado por la recuperación de la pandemia, con un apoyo abrumadoramente concentrado en los países más ricos que podían imprimir dinero.
Y se imprimieron billones en el norte global, y por supuesto los países en vías de desarrollo no podían imprimir dinero porque sus monedas se irían al drenaje.
Frustración y rabia por una crisis climática que está paralizando a los países que menos contribuyeron al calentamiento global. Y la falta de recursos financieros para responder al desafío.
Frustración y rabia por un sistema financiero moralmente en quiebra en el que las desigualdades sistémicas están amplificando las desigualdades sociales.
Un sistema que sigue negando sistemáticamente el alivio de la deuda y la financiación en condiciones favorables a los países vulnerables de renta media que lo necesitan desesperadamente. Porque las reglas no están hechas para permitirlo.
Un sistema en el que la mayoría de los países más pobres del mundo han visto cómo los pagos del servicio de la deuda se disparaban un 35% sólo en el último año.
Ahora tenemos que superar todas estas divisiones y restablecer la confianza.
¿Cómo podemos hacerlo?
En primer lugar, reformando e introduciendo equidad en el sistema financiero mundial.
Los países en desarrollo necesitan acceso a la financiación para reducir la pobreza y el hambre y avanzar hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
He instado al G20 a acordar un Plan de Estímulo de los ODS que proporcione apoyo a los países del Sur Global, incluidos los vulnerables de renta media.
Necesitan la liquidez necesaria, el alivio y la reestructuración de la deuda, así como préstamos a largo plazo, para invertir en desarrollo sostenible.
En resumen, necesitamos una nueva arquitectura de la deuda.
Y los Bancos Multilaterales de Desarrollo deben cambiar su modelo de negocio.
Más allá de sus propias operaciones, que son, por supuesto, muy importantes, deben concentrarse en multiplicar su impacto, apalancando masivamente la financiación privada de forma sistemática, proporcionando garantías, aceptando ser los primeros en asumir riesgos en coaliciones de instituciones financieras para apoyar a los países en desarrollo.
Si no se crean las condiciones para una afluencia masiva de financiación privada a un coste razonable para el mundo en desarrollo, sencillamente no hay solución. Las instituciones financieras internacionales son demasiado pequeñas y la capacidad de aumentar la AOD no se ve a corto plazo.
En segundo lugar, superar las divisiones y restablecer la confianza implica una acción climática significativa, y una acción climática inmediata.
La batalla para mantener vivo el límite de 1,5 grados se ganará o se perderá en esta década.
Bajo nuestra supervisión.
Y ahora mismo, tenemos que confesar que la batalla se está perdiendo.
Así que tenemos que actuar juntos para cerrar la brecha de emisiones.
Y eso significa eliminar progresivamente el carbón y potenciar la revolución renovable.
Acabar con la adicción a los combustibles fósiles.
Y poner fin a nuestra guerra autodestructiva contra la naturaleza.
Por otro lado, el mundo desarrollado debe cumplir por fin su compromiso de 100.000 millones de dólares de financiación climática para apoyar a los países en desarrollo.
La financiación de la adaptación debe duplicarse, como se prometió en Sharm El-Sheikh.
Y los mayores emisores -es decir, los países del G20- deben unirse en torno a un Pacto de Solidaridad Climática en el que hagan esfuerzos adicionales en la década de 2020 para mantener vivo el límite de 1,5 grados.
Y esto no funciona si los países desarrollados atribuyen la responsabilidad a las economías emergentes, y éstas a los países desarrollados. Tienen que unirse, sumar todas sus capacidades -financieras y tecnológicas- y que los países desarrollados proporcionen asistencia financiera y técnica para ayudar a las principales economías emergentes a acelerar su transición hacia las energías renovables.
Porque, si no lo hacen, no podremos reducir las emisiones al nivel necesario para mantener el objetivo de 1,5 grados, yo diría que para mantener vivo el objetivo de 2 grados.
Pero nuestros objetivos climáticos necesitan el pleno compromiso del sector privado.
Lo cierto es que cada vez son más las empresas que se comprometen a reducir a cero su huella de carbono.
Pero los puntos de referencia y los criterios son a menudo dudosos o turbios.
Esto puede inducir a error a consumidores, inversores y reguladores con falsas narrativas.
Y alimenta una cultura de desinformación y confusión climática, y deja la puerta abierta al lavado verde.
Por eso creamos un Grupo de Expertos en Compromisos de Reducción de Emisiones a Cero. Recientemente, el grupo ha publicado una guía práctica sobre compromisos de emisiones netas cero creíbles y responsables.
Aquí en Davos, hago un llamamiento a todos los líderes empresariales para que actúen basándose en estas directrices.
Que presenten planes de transición creíbles y transparentes sobre cómo alcanzar el objetivo de cero emisiones netas - y que presenten esos planes antes de finales de este año.
Ahora bien, la transición hacia el cero neto debe basarse en reducciones reales de las emisiones - y no depender esencialmente de los créditos de carbono o de los mercados en la sombra.
Y, por último, lo que es cierto sobre el compromiso del sector privado con el clima se aplica a toda una serie de retos.
La acción gubernamental es fundamental, aunque obviamente no sea suficiente.
Debemos encontrar vías para impulsar la capacidad del sector privado de desempeñar plenamente su papel para el bien.
Y hay que reconocer que, en muchos aspectos, el sector privado está hoy a la cabeza, pero, en cierta medida, se ve socavado por la acción gubernamental, o por la falta de acción gubernamental.
Los gobiernos deben crear los entornos normativos y de estímulo adecuados para apoyar al sector privado, en lugar de mantener normas, subvenciones y otras formas de actuación que socavan los esfuerzos del sector privado por avanzar en la acción por el clima.
Y los modelos y prácticas empresariales deben reformularse para impulsar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Si no se crean las condiciones para el compromiso masivo del sector privado, será imposible pasar de los miles de millones a los billones que se necesitan para alcanzar los ODS.
Liderar la ampliación de las oportunidades económicas para las mujeres.
Garantizar un mayor compromiso y cooperación para la equidad en materia de vacunas.
Lograr la seguridad alimentaria mundial.
Y para ello necesitamos la cooperación del sector privado para que las exportaciones ucranianas y rusas de alimentos y fertilizantes sigan fluyendo y sean asequibles.
Incluso en medio de la guerra, el sector de los seguros ha contribuido a apoyar el movimiento de los buques de Ucrania y Rusia.
Necesitamos urgentemente la participación de otros actores del sector privado, como el sector bancario, los comerciantes y los transportistas.
En todo el espectro de desafíos globales, necesitamos el ingenio y la cooperación del sector privado para poder avanzar en nuestros objetivos comunes de paz, desarrollo sostenible y derechos humanos.
Así pues, excelencias y queridos amigos,
No hay soluciones perfectas en una tormenta perfecta.
Pero podemos trabajar para controlar los daños y aprovechar las oportunidades disponibles.
Ahora más que nunca, es el momento de forjar las vías de la cooperación en nuestro mundo fragmentado. De adoptar instituciones multilaterales, de llevar la confianza allí donde se necesita urgentemente, porque el mundo no puede esperar.
Muchas gracias.
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Historia
26 enero 2023
“Bolivia Conversa”: ¿Cómo la tecnología puede ayudar a promover el diálogo?
Son las 10 de la mañana del sábado 2 de abril. Cientos de personas, en su mayoría jóvenes y mujeres, se van conectando a través de computadoras, teléfonos y tabletas inteligentes desde distintas regiones de Bolivia. Tras haberse registrado días atrás para el evento, la tarea asignada es ingresar a un enlace que conduce a un sitio web para interactuar de manera digital con personas de todo el país. Así fue la experiencia pionera en América Latina que se llevó a cabo tres veces en el país.
Un equipo técnico de la Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia y ONU Bolivia moderó la conversación apoyado por inteligencia artificial. Una vez comenzado el ejercicio, las y los participantes escribieron sus respuestas a las preguntas elaboradas por el equipo. La plataforma digital procesó las respuestas en cada ronda de preguntas, agrupando conceptualmente los contenidos y devolviendo las respuestas a las y los demás participantes que pudieron priorizar y comentar sobre ellas.
El 1 de diciembre de 2021 se llevó a cabo el primer diálogo digital. Los bolivianos y bolivianas que participaron abordaron el tema del reencuentro. 9 de cada 10 participantes señalaron que la unidad del país era un tema “muy importante” y consideraron necesario y urgente un proceso de diálogo y reencuentro nacional. Además, priorizaron como temas del diálogo el desarrollo económico, desigualdad, inclusión, y la protección del medio ambiente.
Las y los participantes se inscribieron a través de del sitio web boliviaconversa.bo. recibieron el enlace a la plataforma por correo electrónico y mensajes de WhatsApp tras haberse inscrito en la página mencionada días antes del diálogo digital. Su participación en el diálogo fue anónima y valiosa. El diálogo digital recibió el apoyo técnico del equipo de Innovación del Departamento de Asuntos Políticos y Consolidación de Paz de las Naciones Unidas (DPPA) y el aporte financiero del Fondo de la ONU para la Consolidación de Paz (PBF).
Crisis climática y reencuentro
Sergio Romero Nina, nacido en la comunidad Chayacarí del ayllu Chullpa, Potosí, tiene 28 años y desde sus nueve participa en espacios de diálogo. Hoy es miembro del colectivo juvenil de voluntarios “la Tojpa”. Él calificó el uso de las tecnologías como un elemento y oportunidad valiosa para que la gente se encuentre y se comunique. “Lo más importante es que el diálogo puede ser un motor de transformación de los conflictos, es encontrar espacios comunes donde podamos tejer nuestras distintas realidades que tenemos como bolivianos”, expresó.
El segundo diálogo se desarrolló el 2 de abril de 2022, vinculando la crisis climática con oportunidades de reencuentro social y la Bolivia del futuro. Según una encuesta realizada posteriormente y los resultados del diálogo, existió una opinión generalizada en Bolivia sobre una situación de crisis sobre el medio ambiente, lo que llevó a la priorización de su cuidado incluso sobre otros temas, como el desarrollo económico. Asimismo, en el primer y segundo diálogo, casi todas las y los participantes coincidieron que el principal “tesoro” del país es la riqueza natural y la diversidad cultural.
“No quiere decir que todos vamos a pensar igual o que todos vamos a ser iguales, de hecho, se trata de conocer nuestras formas de pensar, de sentir, de vivir”.
Sergio consideró que las necesidades comunes unen a los bolivianos: “podemos hablar desde la necesidad del agua, acceso a salud y al aire puro; la confianza se genera y se construye a partir del diálogo, con unas relaciones más comunitarias y colectivas”.
Como elemento de reencuentro, la mayoría de las personas participantes afirmó que al menos alguna vez ha salido con personas de otras zonas o lugares para realizar tareas de cuidado del medio ambiente. También la mayoría consideró la posibilidad de participar en acciones con otras personas que tengan como objetivo la preservación del medio ambiente. Esto incluyó también la posibilidad de reunirse con personas de ideología política diferente para conversar sobre el medio ambiente.
El tercer diálogo tuvo lugar el 11 de junio del mismo año, enfatizando nuevamente el tema de reencuentro y la cohesión social. Las y los participantes coincidieron en que sólo el diálogo entre bolivianas y bolivianos permitirá la resolución de conflictos. Otro punto en común fue que las bolivianas y bolivianos que participaron coincidieron en el respeto mutuo y tolerancia a las otras personas y sus ideas –aún no estando de acuerdo con ellas–, la libertad de expresión, y la capacidad de compartir opiniones permitirá generación de consensos y un clima de paz social y desarrollo.
Escucharnos mejora el país
Más de 1.500 personas de todas las regiones del país participaron en los tres diálogos digitales realizados en el marco de la Iniciativa de la ONU para la Consolidación de Paz en Bolivia y el Programa de Reencuentro Nacional, implementado por la Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia y el Sistema de Naciones Unidas en Bolivia. El objetivo fue promover una conversación amplia y diversa sobre temas que pueden afectar la paz y armonía en la sociedad.
Solimar Colque Taboada, una joven nacida en Santa Cruz de la Sierra, estudiante de biología y directora del programa de educación científica “Nos gusta la ciencia”, señala que el diálogo digital fue un espacio ideal para poder aportar a la democracia y generar diálogo. “Es la primera vez que participo en este diálogo «Bolivia Conversa» y he podido conocer diferentes temáticas desde cultura, política, deporte y también de tradiciones (…). Podemos compartir lo que pensamos desde diferentes lugares (de Bolivia)”, expresó.
Entre los resultados del tercer diálogo, se observó que el orgullo de ser boliviano o boliviana es alto. Además, se correlacionó que la intensidad con que una persona se siente parte de su departamento o pueblo indígena tuvo una relación positiva con el orgullo nacional. En otras palabras, las identidades regionales y/o culturales tendieron a reforzar la identidad nacional del país.
Por otro lado, una proporción considerable de las y los participantes dudó sobre la existencia del respeto como base de las relaciones interpersonales en el país. Alrededor de la mitad de las personas no valoraron bien la idea de la tolerancia frente a quienes perciben como diferentes, lo cual se acentuó cuando se habló de diferencias políticas. En este sentido, los hombres afirmaron más frecuentemente que sí existe el respeto mutuo a diferencia de las mujeres, en lo cual se observó una importante brecha de género debido a la percepción en el trato.
Al respecto, Solimar puntualizó que el diálogo digital “Bolivia Conversa” logra abrir el espacio de la virtualidad para expresar lo que se piensa libremente.
“No sé si de forma presencial lo harían las personas, porque muchas veces tenemos miedo a comentar algo y ser juzgados por lo que pensamos”, acotó.
Ella propuso un país “con más oportunidades de educación científica y tecnológica para niñas, niños, jóvenes y adultos, tanto en área rural, como urbana. Una Bolivia donde tengamos ciencia y tecnología, y participación de las mujeres también”.
Al consultar qué se entiende por “reencuentro” a nivel nacional, las y los participantes enfatizaron la necesidad de conocer y aprender del otro, aludiendo las diferentes posiciones que existen y reconociendo una dimensión política de la situación del país. De igual modo que en las rondas de diálogo anteriores, se concluyó que la sociedad boliviana está muy polarizada, sin embargo, se dijo que esta polarización se puede mitigar a través de dicho proceso de diálogo y reencuentro.
Soñar con la Bolivia del futuro
Cristian Choque, conocido como “Criss Emprende”, nació en Redención Pampa, Chuquisaca y se dedica a la creación de contenido en redes sociales. Actualmente vive en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, desde donde participó del tercer diálogo digital. Él apuntó que el diálogo es una actitud y acción clave para entender a otras personas y empatizar con ellas. “Tal vez no estén de acuerdo con lo que yo opine, pero es importante que respeten mi punto de vista, y así podemos llegar a un acuerdo y hacer algo mucho mejor en Bolivia”, complementó.
«Cris Emprende» valoró el uso de las nuevas tecnologías con el objetivo de que bolivianas y bolivianos se conozcan mejor entre sí, compartan sus pensamientos y dialoguen para “crear un entorno más sabio y conocedor” donde se valore y aprecie la cultura propia. Sueña con una Bolivia con espacios de diálogo, donde todas las personas sean escuchadas, compartan y se pongan de acuerdo.
“Sueño con un país en el que las autoridades apoyen mucho al talento boliviano y no haya fuga de cerebros. Veo una Bolivia muy cultural, muy fuerte, muy orgullosa de sus raíces. Una Bolivia donde todos conversamos y dialogamos”, manifestó.
Desde 2020, ONU Bolivia lleva adelante la Iniciativa para la Consolidación de Paz en Bolivia, la cual se ha constituido en una de sus áreas estratégicas y prioritarias de trabajo. Esta Iniciativa es implementada a través del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Misión Técnica en Bolivia de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (OACNUDH), y la Entidad de las Naciones Unidas para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres (ONU Mujeres), con el apoyo del Fondo de la ONU para la Consolidación de Paz (PBF, por su sigla en inglés) y socios estratégicos.
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Publicación
03 noviembre 2022
Una Iniciativa para la Consolidación de Paz en Bolivia
Desde su inicio en 2020, la Iniciativa para la Consolidación de Paz en Bolivia se ha constituido en una de las áreas prioritarias del trabajo de ONU Bolivia y se ha desarrollado por medio de tres componentes estratégicos: i) asistencia técnica para el apoyo a la realización de nuevas elecciones, ii) apoyo en la defensa y monitoreo de derechos humanos con énfasis en derechos políticos e igualdad de género y, iii) procesos de diálogo y deliberación para la construcción de procesos de paz y atención a los escenarios de fractura social.
Bajo el liderazgo del Enviado Personal del Secretario General (2019-2020) y la Oficina de la Coordinadora Residente de ONU Bolivia, los componentes han sido Implementados por medio del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (OACNUDH), y la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres), con el apoyo financiero del Fondo para la Consolidación de la Paz de Naciones Unidas y de socios estratégicos.
Conoce más a través los siguientes reportajes multimedia:
ASISTENCIA ELECTORAL: Elecciones para consolidar la paz en Bolivia
DERECHOS HUMANOS E IGUALDAD DE GÉNERO: Monitoreo de derechos humanos e igualdad de género en Bolivia
DIÁLOGOS Y MEDIACIÓN ESTRATÉGICA: Acompañando los esfuerzos de diálogo
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Historia
26 enero 2023
ONU Bolivia participa en el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto
Cada año, el 27 de enero se conmemora la liberación en 1945 por las tropas soviéticas del campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau. Esa fecha fue oficialmente proclamada, en noviembre de 2005, Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto.
Con motivo de esta fecha, el Coordinador Residente a.i. del Sistema de Naciones Unidas en Bolivia participó de una ceremonia organizada por la Embajada de Alemania en Bolivia junto al Embajador de Alemania, Dr. José Schulz, y la representante del Círculo Israelita en el país, Carla Meier.
Los discursos hicieron énfasis en que la humanidad no debe olvidar el Holocausto porque es la única forma de que una atrocidad tan grande no vuelva a ocurrir. Asimismo, se hizo un llamado a identificar y rechazar los discursos de odio así como también aquellas violaciones de derechos humanos que aún suceden en nuestro mundo.
Rafael Ramírez, en su discurso, hizo referencia al mensaje del Secretario General, António Guterres, en ocasión de este Día en memoria del Holocausto:
Hoy y todos los días, propongámonos no callar nunca más ante el mal y defender siempre la dignidad y los derechos de todas las personas.
En ocasión del Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto, el Coordinador Residente🇺🇳 a.i. @RafaelUNICEF participó de la ceremonia organizada por @AlemaniaBOL junto al Embajador de Alemania 🇩🇪, José Schulz, y la representante del Círculo Israelita🇮🇱, Carla Meyer. pic.twitter.com/XbYnvwuKqW
— ONU Bolivia (@ONUBolivia) January 27, 2023
Divulgación sobre el Holocausto
Hace 15 años, la Asamblea General de las Naciones Unidas creó, mediante la resolución 60/7, el Programa de Divulgación sobre el Holocausto y las Naciones Unidas con un objetivo sencillo y contundente: “recordar al mundo que la perspectiva que nos otorga el Holocausto es relevante para prevenir futuros genocidios”.
A lo largo de los años, el Programa ha establecido una red global de asociados y ha llevado a cabo iniciativas versátiles entre las que se incluyen recursos educativos, programas de desarrollo profesional, una serie de archivos, mesas redondas y exposiciones.
Temática para 2023: “Recuerdo y educación sobre el Holocausto 2023”
El estudio de las formas en que las víctimas fueron amoldando sus ideas de "hogar" y "pertenencia" a medida que se iban enfrentando a los violentos ataques antisemitas durante el Holocausto y del significado de estos dos términos para los supervivientes durante los años inmediatamente posteriores a la guerra enmarcará el programa de divulgación.
En 1933, el Partido Nazi tomó el control del gobierno de Alemania y llevó su ideología a la práctica, por la que seleccionaba quién podía reclamar Alemania como su hogar y a quién pertenecía. El proceso de definición y exclusión fue más allá de la legislación, las campañas propagandísticas de desinformación y el discurso de odio, llegando a actos de terror estatales que destruyeron los lugares de culto, los medios de subsistencia y los hogares de la gente. La definición de a quién pertenecía y a quién no el país pronto se extendió a todos aquellos que se encontraban dentro de las fronteras en expansión del Reich nazi y fue reproducida por los gobiernos colaboradores.
Los nazis y sus colaboradores racistas dejaron a millones de personas sin hogar y sin nación, antes y durante la Segunda Guerra Mundial. Examinamos sobre cómo aquellos que buscaron refugio a partir de 1933 negociaron el significado de "hogar" y de "pertenencia". Reflexionamos sobre aquellos que sobrevivieron escondiéndose y el impacto de esta experiencia en su sentido de "hogar". Consideramos las formas en que los sobrevivientes, como personas desplazadas en campos de desplazados, y los niños nacidos en estos lugares vivieron en el mundo de la postguerra, un mundo en el que los perpetradores del Holocausto cuestionaron radicalmente el significado de "hogar" y de "pertenencia".
El recuerdo del Holocausto y la educación al respecto, que incluye el desarrollo de oportunidades para una apreciación más profunda de las víctimas y los sobrevivientes, pueden conformar nuestra respuesta ante la difícil situación de las víctimas en la actualidad. La colocación de las víctimas y sobrevivientes en el centro de la investigación histórica, el aprendizaje y el recuerdo arrojan luz sobre la humanidad de las víctimas de atrocidades en nuestros días, así como las repercusiones del antisemitismo alimentado por la desinformación y la distorsión de la historia.
Centrarnos en la humanidad de las víctimas nos empuja a recordar nuestra humanidad, así como nuestra responsabilidad en combatir el discurso de odio, el antisemitismo y los prejuicios, hacer todo lo posible por prevenir el genocidio.
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Historia
23 enero 2023
Guterres: El mundo se enfrenta “a un huracán de categoría cinco”
Pese a que las múltiples crisis que asolan al mundo piden establecer modelos de cooperación, el planeta se enfrenta a un estado de fragmentación, afirmó este miércoles el Secretario General de la ONU en el Foro de Davos.
Durante un discurso especial sobre “El Estado del Mundo”, António Guterres alertó que su presencia en el Foro Económico Mundial no servía para “endulzar la magnitud de este reto, ni el lamentable estado de nuestro mundo”.
“No podemos enfrentarnos a los problemas a menos que los miremos directamente a los ojos. Y estamos mirando al ojo de un huracán de categoría 5. Nuestro mundo está asolado por una tormenta perfecta en varios frentes”, afirmó.
El titular de la ONU incluyó en un “conjunto de retos interconectados que se acumulan como un choque en cadena de coches”, la recesión que asola a diversas partes del mundo, a los efectos persistentes de la pandemia de la COVID-19, al abismo climático y los conflictos, especialmente la invasión rusa de Ucrania.
Añadió que nos enfrentamos “a los niveles más graves de división geopolítica y desconfianza en generaciones”, y puso como ejemplo la división este-oeste en la que se corre el riesgo de “la separación de las dos mayores economías del mundo”.
Para superar todas estas divisiones propuso reformar o e implantar “la equidad en el sistema financiero mundial” y restablecer las actuaciones climáticas, entre otras acciones.
Lee su discurso completo aquí.
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Historia
09 noviembre 2022
Ocho mil millones de personas; una humanidad
La población mundial alcanzará los 8 mil millones a mediados de noviembre, un testimonio de los avances científicos y las mejoras en nutrición, salud pública y saneamiento. Pero a medida que nuestra familia humana crece, también se divide más.
Miles de millones de personas están en dificultades; cientos de millones se enfrentan al hambre e incluso a la hambruna. Números récord de personas se desplazan en busca de oportunidades y de un alivio de la deuda, las dificultades, las guerras y los desastres climáticos.
A menos que reduzcamos el enorme abismo entre las personas que tienen y las que no tienen, estaremos enfrentando un mundo de 8 mil millones de personas lleno de tensiones y desconfianza, crisis y conflicto.
Los hechos hablan por sí mismos. Un puñado de personas multimillonarias controla tanta riqueza como la mitad más pobre del mundo. El uno por ciento de la población más rica a nivel mundial recibe una quinta parte de los ingresos del mundo, y las personas de los países más ricos pueden esperar vivir hasta 30 años más que las de los países más pobres. A medida que el mundo se ha vuelto más rico y saludable en las últimas décadas, las desigualdades también han aumentado.
Además de estas tendencias a largo plazo, la aceleración de la crisis climática y la recuperación desigual de la pandemia de COVID-19 están potenciando las desigualdades. Nos dirigimos directamente a la catástrofe climática, mientras que las emisiones y las temperaturas siguen aumentando. Las inundaciones, las tormentas y las sequías están devastando países que no han contribuido casi nada al calentamiento global.
La guerra en Ucrania se suma a las actuales crisis alimentaria, energética y financiera, golpeando con mayor dureza a las economías en desarrollo. Estas desigualdades afectan más a las mujeres y las niñas, y a los grupos marginados que ya sufren discriminación.
Muchos países del Sur Global se enfrentan a enormes deudas, al aumento de la pobreza y el hambre, y a los crecientes impactos de la crisis climática. Tienen pocas posibilidades de invertir en una recuperación sostenible de la pandemia, en la transición a las energías renovables o la educación y en la formación para la era digital.
La ira y el resentimiento contra los países desarrollados están llegando a puntos de ruptura.
Las divisiones tóxicas y la falta de confianza están provocando retrasos y bloqueos en una serie de temas, desde el desarme nuclear hasta el terrorismo y la salud mundial. Debemos frenar estas tendencias dañinas, reparar las relaciones y encontrar soluciones conjuntas a nuestros desafíos comunes.
El primer paso es reconocer que esta desigualdad galopante es una elección, y que los países desarrollados tienen la responsabilidad de revertirla, empezando este mes en la conferencia climática de la ONU en Egipto y la cumbre del G20 en Bali.
Espero que la COP27 sea testigo de un histórico Pacto de Solidaridad Climática en virtud del cual las economías desarrolladas y emergentes se unan en torno a una estrategia común y combinen sus capacidades y recursos en beneficio de la humanidad. Los países más ricos deben proporcionar a las economías emergentes clave apoyo financiero y técnico para que abandonen los combustibles fósiles. Esa es nuestra única esperanza de alcanzar nuestros objetivos climáticos.
También insto a los líderes en la COP27 a acordar una hoja de ruta y un marco institucional para compensar a los países del Sur Global por las pérdidas y daños relacionados con el clima que ya están causando un enorme sufrimiento.
La cumbre del G20 en Bali será una oportunidad para abordar la difícil situación de los países en desarrollo. He instado a las economías del G20 a adoptar un paquete de estímulo que proporcionará a los gobiernos del Sur Global inversiones y liquidez, y a que aborden el alivio y la reestructuración de la deuda.
Mientras impulsamos la adopción de estas medidas a mediano plazo, estamos trabajando sin descanso con todas las partes interesadas para aliviar la crisis alimentaria mundial.
La Iniciativa de Granos del Mar Negro es una parte esencial de esos esfuerzos. Ha ayudado a estabilizar los mercados y a bajar los precios de los alimentos. Cada fracción de un porcentaje tiene el potencial de aliviar el hambre y salvar vidas.
También estamos trabajando para garantizar que los fertilizantes rusos puedan llegar a los mercados mundiales, que se han visto gravemente afectados por la guerra. Los precios de los fertilizantes son hasta tres veces más altos que antes de la pandemia. El arroz, el alimento básico más consumido en el mundo, es el cultivo que más sufrirá.
Eliminar los obstáculos restantes a las exportaciones de fertilizantes rusos es un paso esencial hacia la seguridad alimentaria mundial.
Pero entre todos estos graves desafíos, hay algunas buenas noticias.
Nuestro mundo de 8 mil millones de habitantes podría generar enormes oportunidades para algunos de los países más pobres, donde el crecimiento de la población es mayor.
Inversiones relativamente pequeñas en salud, educación, igualdad de género y desarrollo económico sostenible podrían crear un círculo virtuoso de desarrollo y crecimiento, transformando economías y vidas.
En unas pocas décadas, los países más pobres hoy podrían convertirse en motores de crecimiento verde y prosperidad sostenibles en regiones enteras.
Nunca apuesto contra el ingenio humano, y tengo una fe enorme en la solidaridad humana. En estos tiempos difíciles, haríamos bien en recordar las palabras de uno de los observadores más sabios de la humanidad, Mahatma Gandhi: “El mundo tiene suficiente para las necesidades de todos, pero no para la codicia de todos”.
Las grandes reuniones globales de este mes deben ser una oportunidad para comenzar a cerrar brechas y restaurar la confianza, sobre la base de la igualdad de derechos y libertades de cada integrante de la familia de 8 mil millones de personas de la humanidad.
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Historia
06 julio 2022
Un recorrido por tres países del Gran Chaco Americano
Del 13 al 18 de junio un equipo trinacional de Naciones Unidas, integrado por las Coordinadoras Residentes de Argentina y Bolivia y el Coordinador Residente de Paraguay, representantes de agencias y equipos técnicos de los tres países visitaron el Gran Chaco Americano por segunda vez para continuar con el trabajo conjunto iniciado dos años atrás.
La misión visitó programas e iniciativas que llevan a cabo las agencias de NNUU y sus socios en apoyo al trabajo de comunidades y autoridades locales a enfrentar los desafíos que en gran parte son comunes al Gran Chaco Americano. En jornadas de reflexión conjunta y demostración in situ de los avances de las acciones, la misión intercambió extensamente con comunidades indígenas y campesinas y autoridades, identificando acciones adicionales para amplificar y complementar resultados, fortalecer capacidades y crear nuevas oportunidades de colaboración.
El Gran Chaco Americano es el segundo bioma más extenso e importante del continente, compartido entre Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay, y habitado por 9 millones de personas. La región está rezagada con indicadores económicos y sociales inferiores al promedio regional y a los promedios de los tres países. Por ello, agencias, fondos, programas de Naciones Unidas y socios de cooperación buscan implementar y desarrollar diferentes iniciativas en el territorio, promoviendo un abordaje integrado a la región, con soluciones coordinadas entre los tres países. A pesar de estos esfuerzos, aún existen múltiples desafíos por ejemplo en términos de acceso a la salud, educación y agua potable, manejo sostenible de los recursos naturales, derechos humanos, oportunidades económicas y laborales, profundas desigualdades, flujos migratorios, pérdida de idiomas y culturas entre otros.
Iniciativas locales afrontan desafíos comunes
La visita permitió a los y las Coordinadoras Residentes y a las diferentes agencias fondos y programas identificar oportunidades de amplificar el impacto de las iniciativas desde abordajes que complementen las intervenciones actuales.
Por ejemplo, en Tartagal, Argentina, la delegación fue parte de los Diálogos por el Gran Chaco Americano, una iniciativa liderada por Redes Chaco, la Embajada de Francia en Argentina y la Unión Europea. El evento reunió a más de 200 referentes de pueblos indígenas, criollos, campesinos, sociedad civil, organismos internacionales y gobiernos locales del Gran Chaco cuyo objetivo fue diseñar propuestas de acción sobre diversos temas de interés para la región a fin de elaborar un documento a ser revisado en foros regionales para luego ser elevado a las autoridades locales, nacionales y entes internacionales.
La región del Chaco es altamente vulnerable al cambio climático, con temperaturas elevadas y eventos climáticos extremos, como por ejemplo sequías prolongadas, lo que tiene impacto en la disponibilidad de agua, en la capacidad de producción (especialmente a nivel familiar), en la erosión de suelos, en la desertificación y en el régimen hidrológico. Estos impactos son por veces tan agudos que generan consecuencias humanitarias graves. En Santa Victoria Este, Argentina, la delegación conoció sobre proyectos exitosos de agua y apicultura. Durante la visita, Modesto Ceballos, apicultor y carpintero, mencionó que para él algunos de los problemas de la zona se deben a la sequía y falta de agua. Proyectos como la apicultura son una alternativa a la falta de oportunidades laborales, acotó Ceballos.
Iniciativas binacionales ya se desarrollan en el Chaco, entre ellas se destaca el proyecto de escuelas resilientes de UNICEF en Bolivia y Paraguay. El mismo, permite a las escuelas estar preparadas para responder a emergencias mitigando los efectos del cambio climático y las epidemias. Este proyecto contribuye al fortalecimiento de las capacidades nacionales y subnacionales de preparación para emergencias por amenazas múltiples y adaptación al cambio climático.
“Creo que es muy importante este trabajo de interacción entre las varias partes del Gran Chaco Americano. Los pueblos indígenas del Gran Chaco en su mayoría están interconectados con sus hermanos en los países vecinos. Creo que de las visitas que estamos haciendo todos pueden aprender algo, alguna buena práctica que puede mejorar las condiciones de vida en el terreno”, mencionó Mario Samaja, Coordinador Residente de la ONU en Paraguay.
En Paraguay, la implementación del Plan de Vacunación contra la COVID-19 en población indígena y la cooperación que brindan OPS y UNFPA a través de la XVI Región Sanitaria Mariscal Estigarribia fue presentada a la delegación. En el hospital regional de Mariscal Estigarribia personal de la salud asiste a pacientes que deben atravesar enormes distancias y que son derivados de unidades de salud familiar distribuidas a lo largo de más de 91 mil kilómetros cuadrados. En la zona habitan alrededor de 62 mil habitantes, con una densidad poblacional inferior a 1 habitante por kilómetro cuadrado.
En el territorio la FAO promueve tecnologías adaptativas al cambio climático, rescatando saberes ancestrales, que permiten reducir los efectos de la sequía en los cultivos. La delegación visitó el centro demostrativo de capacitación de la comunidad Arenal en Bolivia, donde pudo conocer prácticas que permiten que, a diferencia de otros cultivos colindantes afectados por la sequía y los eventos climáticos extremos, el terreno sea altamente productivo. De acuerdo a la información provista por técnicos y familias, los cultivos que no trabajan con esas técnicas habían perdido porcentajes considerablemente altos de su producción.
Voces del Gran Chaco Americano: Preocupaciones y desafíos
Durante el recorrido entre los tres países, la misión dialogó con personas, historias y realidades del Gran Chaco Americano:
Nancy López, es Cacique (autoridad) de la comunidad weenaheyk “Mi troja” en Tartagal Argentina y directora de la radio “La Voz Indígena” desde donde trabaja por dar visibilidad y reconocimiento al pueblo weenhayek. “Vivimos en Bolivia, Paraguay y Argentina, somos un pueblo en tres naciones” menciona a la par de expresar sus preocupaciones por la pérdida de su cultura y lengua. “Me parece que en los centros educativos también tienen que permitir que mantengamos nuestra lengua materna para no perder la identidad”. Cuando se le pregunta por el impacto del cambio climático en la región, menciona que: “Los pueblos originarios estamos ligados al monte”, reiterando que es en el monte donde encuentran alimento, medicina y materiales con los que pueden trabajar con artesanías.
Para Marbel Álvarez, maestra de la escuela Isipotindi en Bolivia, la revalorización de la cultura y el acceso a la tecnología son temas fundamentales. Sus orígenes guaraníes le han permitido hoy ser maestra bilingüe e incentivar a sus estudiantes a no abandonar la lengua. “El cambio climático es un factor totalmente poderoso, no solo en nuestra comunidad. Más de la mitad de la sembradía, el maíz, el joko, el poroto se ha perdido porque no hay agua. Si no tenemos maíz, no tenemos para comer” relató.
La doctora Florencia Enríquez trabaja en el Hospital Regional de Boquerón Paraguay, donde por la cercanía de los territorios muchas veces atiende a pacientes de los tres países, resalta que tienen dos barreras importantes: la parte idiomática y geográfica. “En Boquerón nuestra población es 60% indígena”. Tan solo a una hora del hospital, en la comunidad Campo Loa (Jotoicha), Catalina Martínez pertenece a la comunidad indígena nivaĉle, es una de las pocas mujeres que habla guaraní y español en la comunidad. Al conversar con la delegación comentó que las distancias entre las comunidades, el hospital, y los puntos donde pueden encontrar agua son muy largas, lo que es una dificultad en especial para personas de tercera edad.
“Debemos considerar los territorios en su totalidad, en su integridad. Eso es lo que estamos escuchando de parte del pueblo guaraní, de comunidades campesinas, de autoridades que consideran al Gran Chaco Americano como su tierra, más allá de las fronteras nacionales” mencionó Susana Sottoli, Coordinadora Residente de Naciones Unidas en referencia a la misión.
Un equipo de tres países para una gran región
Si bien, la iniciativa está compuesta por equipos de Naciones Unidas de tres países, el objetivo es lograr un solo y sólido equipo transfronterizo. Existen resultados que demuestran que trabajar transfronterizamente, de manera integral y coordinada tiene un impacto favorable en la vida de las personas que habitan en el Chaco. “Es así que estamos aquí para escuchar a las comunidades y que sean sus propias ideas y sus prioridades las que guíen este camino que empezamos hace ya varios años, pero en el que seguimos avanzando con mis colegas, para beneficio de las comunidades”, expresó Claudia Mojica, Coordinadora Residente de ONU Argentina. En una región, que además de compartir el clima y la biodiversidad, también comparte culturas, necesidades y aspiraciones, las agencias de Naciones Unidas buscan amplificar el trabajo con las autoridades a nivel local, con la sociedad civil, con las comunidades y con las familias, para no dejar a nadie atrás. La delegación estuvo integrada por referentes regionales y de los tres países de: ACNUDH, ACNUR, FAO, OIM, OIT, ONU Mujeres, OPS/OMS, PMA, PNUD, UNFPA, UNESCO, UNICEF, ONU Medio Ambiente, las Coordinadoras Residentes de ONU en Argentina y Bolivia, el Coordinador Residente en Paraguay y sus respectivos equipos.
Si bien, la iniciativa está compuesta por equipos de Naciones Unidas de tres países, el objetivo es lograr un solo y sólido equipo transfronterizo. Existen resultados que demuestran que trabajar transfronterizamente, de manera integral y coordinada tiene un impacto favorable en la vida de las personas que habitan en el Chaco. “Es así que estamos aquí para escuchar a las comunidades y que sean sus propias ideas y sus prioridades las que guíen este camino que empezamos hace ya varios años, pero en el que seguimos avanzando con mis colegas, para beneficio de las comunidades”, expresó Claudia Mojica, Coordinadora Residente de ONU Argentina. En una región, que además de compartir el clima y la biodiversidad, también comparte culturas, necesidades y aspiraciones, las agencias de Naciones Unidas buscan amplificar el trabajo con las autoridades a nivel local, con la sociedad civil, con las comunidades y con las familias, para no dejar a nadie atrás. La delegación estuvo integrada por referentes regionales y de los tres países de: ACNUDH, ACNUR, FAO, OIM, OIT, ONU Mujeres, OPS/OMS, PMA, PNUD, UNFPA, UNESCO, UNICEF, ONU Medio Ambiente, las Coordinadoras Residentes de ONU en Argentina y Bolivia, el Coordinador Residente en Paraguay y sus respectivos equipos.
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Historia
25 abril 2022
Bolivia pone en marcha el Decenio de las Lenguas Indígenas
Con el fin de revalorizar, revitalizar, conservar y desarrollar las lenguas indígenas originarias de Bolivia, el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Luis Arce Catacora, promulgó una ley que declara al periodo 2022-2032 como Decenio de las Lenguas Indígenas en el país.
La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución en noviembre de 2019 proclamando ese Decenio con el fin de llamar la atención sobre la grave pérdida de lenguas originarias y la necesidad apremiante de conservarlas, revitalizarlas y promoverlas y de tomar medidas urgentes a nivel nacional e internacional
La UNESCO ha identificado en Bolivia 30 lenguas indígenas en nivel vulnerable o en peligro de extinción debido a que la mayoría de los niños las hablan, pero su uso está restringido a determinados ámbitos como el hogar familiar. En ciertos casos, los niños ya no hablan la lengua originaria.
Los pueblos indígenas representan el 6,2 % de la población mundial con más de 370 millones de personas y más de 90 países con comunidades indígenas.
De acuerdo al Censo de 2012, el 41% de la población boliviana mayor de 15 años es de origen indígena, aunque las proyecciones de 2017 del Instituto Nacional de Estadística (INE) señalan que ese porcentaje se habría ampliado al 48%. El de 2022 arrojará cifras más actuales que servirán para la implementación de la nueva Ley.
IFAD Bolivia/Juan Manuel Rada
Unas jóvenes indígenas danzando baile típico en un área rural de Bolivia, octubre de 2021.
Sobre la Ley
La Ley, promulgada el 21 de abril, establece la responsabilidad del Estado en la implementación de políticas públicas para prevenir la desaparición de las lenguas originarias en Bolivia. Durante la promulgación, el presidente Arce afirmó que “Bolivia ha mostrado al mundo entero que se debe respetar a los pueblos originarios en todas sus manifestaciones culturales, expresiones y lenguas”. Asimismo, informó que su país ha desarrollado un Plan Estratégico para el Decenio.
El Sistema de las Naciones Unidas en Bolivia ha participado en este proceso como parte del Comité Directivo Interinstitucional y del Comité Técnico de Redacción.
“El país cuenta con la normativa favorable respecto al uso de las lenguas indígenas y originarias. El plan busca atender otras áreas de intervención del Estado que, además de la educación, deben contribuir a la vitalidad y sostenibilidad de las lenguas indígenas.Se trata de hacer efectiva y consolidar la oficialidad de las lenguas”, dijo el presidente Arce.
La coordinadora residente de la ONU en Bolivia, Susana Sottoli, destacó la iniciativa del gobierno boliviano para garantizar el uso de los idiomas de las naciones y pueblos indígenas originarios en todas las instancias del Estado.
“El cumplimiento y ejercicio de los derechos humanos en general y los derechos de los Pueblos Indígenas en particular se verá favorecido si logramos trabajar conjuntamente para que puedan hacer uso de sus lenguas. Bolivia se adelanta con la promulgación de esta ley enmarcada dentro del Decenio Internacional de las lenguas Indígenas. ”, resaltó en el evento la coordinadora residente.
Las lenguas originarias son clave como sistemas de conocimiento, al igual que para el desarrollo sostenible, la consolidación de la paz y reencuentro, la inclusión social, la reducción de la pobreza y la protección y fomento de la diversidad cultural y del patrimonio.
Derechos de los Pueblos Indígenas
PMA Bolivia/Ariel Duranboger
Una niña indígena sonriente en clase, en Tarabuco-Chuquisaca, que participa del Proyecto de alimentación escolar del Programa Mundial de Alimentos para clases en la escuela de Pisili, noviembre de 2016.
La Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas ha tenido una influencia positiva en la redacción de varias constituciones y leyes, y ha contribuido al desarrollo progresivo de marcos jurídicos y políticas internacionales.
La década para la preservación de los idiomas originarios fue antecedida por el Año de las Lenguas Indígenas, celebrado en 2019 por mandato de la Asamblea General de la ONU con el fin de concienciar sobre la necesidad de su conservación, revitalización y promoción.
https://news.un.org/es/story/2022/04/1507672
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Comunicado de prensa
12 diciembre 2022
Bolivia y ONU firman marco de complementariedad para trabajo conjunto 2023-2027
La Paz, 8 de diciembre de 2022 (Naciones Unidas).- El gobierno de Bolivia, representado por el ministro de Planificación del Desarrollo, Sergio Cusicanqui y la Coordinadora Residente de Naciones Unidas, Susana Sottoli, firmaron este jueves el “Marco de Complementariedad del Sistema de las Naciones Unidas con el Estado Plurinacional de Bolivia, para el periodo 2023-2027”.
El Marco de Complementariedad se centrará en tres prioridades estratégicas. La primera se relaciona con la igualdad y bienestar de las personas que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad y discriminación, se pretende contribuir a que sean sujetos de políticas sociales inclusivas y de calidad, que se reduzcan brechas de desigualdad y se favorezca el ejercicio pleno de sus derechos humanos, que apuntan a la educación y la tecnología para el desarrollo de capacidades y a la salud con cuidado integral.
La segunda prioridad tiene que ver con programas y acciones para promover la economía inclusiva, diversificada y respetuosa con el medio ambiente. La meta es que los actores socioeconómicos en situación de mayor vulnerabilidad sean protagonistas de las transiciones hacia territorios y sistemas productivos y alimentarios más sustentables, inclusivos, resilientes y en armonía con la Madre Tierra. Se incluyen acciones para contribuir a la reconstrucción de la economía, la industrialización con sustitución de importaciones, la seguridad alimentaria con soberanía, así como a procesos que aporten a la despatriarcalización y descolonización.
La tercera prioridad se refiere a la gobernanza y cohesión social, para que el Estado y la sociedad civil fortalezcan mecanismos de gobernanza y gestión pública transparentes, efectivos e inclusivos, alcanzando una mayor integración, unidad, solidaridad y la consolidación de una cultura de paz. Se incluye el impulso del gobierno electrónico y uso de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), entre otras.
Esta propuesta programática guiará las acciones del Sistema de Naciones Unidas en Bolivia, hasta el 2027, alineadas con las prioridades nacionales e internacionales de desarrollo como la Agenda Patriótica 2025, el Plan de Desarrollo Económico y Social (PDES) 2021-2025, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (Agenda 2030), operacionalizada a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). El Marco responde también a las prioridades identificadas por distintos actores estatales y de sociedad civil, quienes fueron protagonistas de un proceso intenso de consultas, a nivel nacional.
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Comunicado de prensa
22 octubre 2022
Naciones Unidas reitera la importancia del diálogo para la solución de las divergencias y la preservación de la paz
Asimismo, el Sistema de las Naciones Unidas lamenta la pérdida de una vida humana y exhorta a los actores políticos y sociales a evitar escenarios de confrontación y violencia que pongan en riesgo el orden público y la vida de las personas. Preservar la convivencia pacífica es una responsabilidad colectiva y Naciones Unidas continuará trabajando con todos los sectores para fomentar un clima de tolerancia, de paz y respeto de los derechos humanos en todo el país.
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Comunicado de prensa
31 agosto 2022
Se firma convenio de trabajo conjunto para fortalecer la resiliencia y seguridad alimentaria de comunidades de la nación URU
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Comunicado de prensa
28 julio 2022
Las inversiones del FIDA para combatir la pobreza rural alcanzan un nivel récord en 2021
Roma, 28 de Julio de 2022 (FIDA)– En medio de los crecientes desafíos que plantean el cambio climático, la pandemia de COVID-19 y las perturbaciones económicas mundiales, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), redobló en 2021 su compromiso con las comunidades rurales más pobres del mundo, logrando mejorar las vidas de 128 millones de pequeños agricultores y personas vulnerables que habitan en las áreas rurales de los países en desarrollo.
Esta es la principal conclusión del Informe Anual 2021 del FIDA, la agencia de las Naciones Unidas para el desarrollo rural. El texto detalla los esfuerzos realizados el año pasado por la agencia para proporcionar ayuda a las poblaciones rurales más necesitadas del planeta. Durante dicho periodo, el 49 % de los beneficiarios directos de los proyectos apoyados por el FIDA fueron mujeres, y el 22 %, jóvenes.
“Sabemos que el empoderamiento económico de las mujeres es la clave de un mayor empoderamiento de las comunidades rurales en general, y que hay más de 600 millones de jóvenes que viven en las zonas rurales del planeta que necesitan nuestra ayuda”, señaló Gilbert F. Houngbo, Presidente del FIDA.
“Las inversiones del FIDA en estos sectores de población contribuyen a mejorar la seguridad alimentaria, reducir la pobreza y aumentar la resiliencia económica del conjunto de las comunidades rurales. Estas comunidades producen un tercio del total de los alimentos del mundo. Sin embargo, demasiado a menudo, no reciben el apoyo que merecen”, dijo.
En 2021, el FIDA financió 27 proyectos en 17 países en América Latina y el Caribe, invirtiendo más de USD 487 millones de fondos propios. Estos 27 proyectos representaron una inversión total de USD 1 300 millones, lo que demuestra la capacidad de esta agencia de Naciones Unidas para movilizar fondos de otros donantes, tanto nacionales como internacionales.
La pandemia tuvo durante 2021 un profundo impacto en la región, en donde el hambre y la inseguridad alimentaria crecieron más rápido que en cualquier otra parte del mundo. En este contexto, el apoyo del FIDA a los pequeños agricultores latinoamericanos continuó firme, y centró sus esfuerzos en mejorar la vida de los grupos rurales más vulnerables —mujeres, jóvenes y comunidades indígenas y afrodescendientes— y en promover la adaptación de las comunidades rurales al cambio climático y a la preservación de la biodiversidad.
Foto: FIDA
Así, en el noreste semiárido de Brasil, el Proyecto de Desarrollo Rural Sostenible en la Región Semiárida de Bahía (Pro-Semiárido) promueve exitosas iniciativas en el campo de la adaptación al cambio climático y la protección de la biodiversidad. Entre ellas destaca el apoyo a grupos de "guardianes de semillas", que recolectan y almacenan semillas nativas, mucho más adaptadas al entorno y capaces de sobrevivir en condiciones climáticas adversas.
“Estas semillas son extremadamente importantes”, indica la guardiana de semillas Jacimara Pereira: “Además de mantener la vegetación del lugar, ayudan a que crezca la producción de la región y también nuestra economía”.
En América Latina y el Caribe, los jóvenes han sido objeto de atención preferencial en las operaciones del FIDA. Una evidencia de este compromiso fue el lanzamiento del proyecto Puentes, que creará empleos y oportunidades económicas para casi 5 000 jóvenes rurales de Bolivia, Colombia y Honduras al fomentar los vínculos entre la gastronomía, la hostelería y la agricultura familiar.
Aunque todos los proyectos en curso están implementando iniciativas para cerrar la brecha de género es importante destacar lo logrado por el Proyecto de Desarrollo Sostenible de las Familias Rurales en el Corredor Seco de Nicaragua (NICAVIDA), el cual combina iniciativas para crear oportunidades de emprendimiento para las mujeres y un enfoque colaborativo que ha logrado unir a mujeres y hombres para transformar las relaciones de género.
“Ha sido un gran cambio para nosotras, las mujeres”, manifiesta Juana María Miranda, participante de NICAVIDA. “Antes no nos tenían en cuenta para nada, pero hoy sí”, afirma.
El Informe Anual resume las actividades del FIDA, que al tiempo que una agencia de Naciones Unidas es una institución financiera internacional que moviliza fondos, experiencia técnica y otros recursos para combatir la pobreza y el hambre entre los 3 400 millones de personas que viven en las zonas rurales de los países desarrollo.
Foto: FIDA
Hoy, cuando el hambre está creciendo en el mundo y el cambio climático está dañando la producción agrícola, el mandato del FIDA de garantizar la seguridad alimentaria global es más decisivo que nunca. Así lo han reconocido los 177 Estados miembros del FIDA al comprometer una cantidad récord de USD 1 550 millones de dólares para la ejecución de su programa de trabajo 2022-2024. El año pasado, algunos de esos fondos se destinaron a ampliar la iniciativa de respuesta del FIDA a la COVID-19, el Mecanismo de Estímulo para la Población Rural Pobre (RPSF, por sus siglas en inglés). El objetivo del RPSF es ayudar a las personas a superar las pérdidas financieras causadas por la pandemia y, al mismo tiempo, proteger el suministro mundial de alimentos. La pandemia provocó serias alteraciones en los mercados. Entre ellas, la interrupción de la cadena de suministro de insumos agrícolas y el transporte. Para superar estas dificultades, el RPSF proporcionó semillas, fertilizantes, financiamiento e información a alrededor de 20 millones de pequeños agricultores en 59 países entre los que se encuentran Bolivia, Colombia, Guatemala, Haití, Honduras y Perú. Además, se incrementó el apoyo a iniciativas para que los pequeños agricultores puedan acceder a servicios digitales de marketing y financiamiento. En el Informe Anual 2021 también se ponen de relieve los esfuerzos del FIDA para movilizar un mayor volumen de recursos del sector privado. Esto ha sido posible gracias a la calificación crediticia de A++ que el Fondo alcanzó en 2020. Las iniciativas desarrolladas en 2021 sirven ahora como base para activar la Iniciativa de Respuesta a la Crisis del FIDA, que aspira a hacer frente a la emergencia alimentaria desatada por la guerra en Ucrania. Esta iniciativa prioriza la atención a 22 países con necesidades urgentes, y opera actualmente en los seis que se encuentran en estado crítico: Afganistán, Etiopía, Haití, Mozambique, Somalia y Yemen. “Nuestra misión, aun en el actual contexto del conflicto, COVID-19 y cambio climático, es innegociable: transformar las economías y los sistemas alimentarios rurales e impulsar un desarrollo más sostenible e inclusivo de los pequeños agricultores y sus comunidades”, señaló Houngbo. Nota para los editores: El Informe Anual 2021 del FIDA en versión digital incluye historias de las comunidades en donde el FIDA está marcando la diferencia. Eche un vistazo aquí. Contacto FIDA: mediateam@ifad.org Para concertar entrevistas, acceder a contenidos audiovisuales y cualquier otra consulta: Alberto Trillo: (+39) 366 576 3706 El FIDA es una institución financiera internacional y un organismo especializado de las Naciones Unidas con sede en Roma, donde se encuentra el mecanismo central de las Naciones Unidas para el sector de la alimentación y la agricultura. El Fondo invierte en la población rural y, al empoderar a estas personas, las ayuda a reducir la pobreza, aumentar la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y fortalecer su resiliencia. Desde 1978, hemos destinado más de USD 23 200 millones en donaciones y préstamos a bajo interés para financiar proyectos en países en desarrollo. El año pasado, los proyectos respaldados por el FIDA beneficiaron a cerca de 130 millones de personas. Una gran variedad de fotografías que ilustran la labor del FIDA en las comunidades rurales se pueden descargar del banco de imágenes de la organización. Comunicado de prensa n.º. IFAD/45/2022
Hoy, cuando el hambre está creciendo en el mundo y el cambio climático está dañando la producción agrícola, el mandato del FIDA de garantizar la seguridad alimentaria global es más decisivo que nunca. Así lo han reconocido los 177 Estados miembros del FIDA al comprometer una cantidad récord de USD 1 550 millones de dólares para la ejecución de su programa de trabajo 2022-2024. El año pasado, algunos de esos fondos se destinaron a ampliar la iniciativa de respuesta del FIDA a la COVID-19, el Mecanismo de Estímulo para la Población Rural Pobre (RPSF, por sus siglas en inglés). El objetivo del RPSF es ayudar a las personas a superar las pérdidas financieras causadas por la pandemia y, al mismo tiempo, proteger el suministro mundial de alimentos. La pandemia provocó serias alteraciones en los mercados. Entre ellas, la interrupción de la cadena de suministro de insumos agrícolas y el transporte. Para superar estas dificultades, el RPSF proporcionó semillas, fertilizantes, financiamiento e información a alrededor de 20 millones de pequeños agricultores en 59 países entre los que se encuentran Bolivia, Colombia, Guatemala, Haití, Honduras y Perú. Además, se incrementó el apoyo a iniciativas para que los pequeños agricultores puedan acceder a servicios digitales de marketing y financiamiento. En el Informe Anual 2021 también se ponen de relieve los esfuerzos del FIDA para movilizar un mayor volumen de recursos del sector privado. Esto ha sido posible gracias a la calificación crediticia de A++ que el Fondo alcanzó en 2020. Las iniciativas desarrolladas en 2021 sirven ahora como base para activar la Iniciativa de Respuesta a la Crisis del FIDA, que aspira a hacer frente a la emergencia alimentaria desatada por la guerra en Ucrania. Esta iniciativa prioriza la atención a 22 países con necesidades urgentes, y opera actualmente en los seis que se encuentran en estado crítico: Afganistán, Etiopía, Haití, Mozambique, Somalia y Yemen. “Nuestra misión, aun en el actual contexto del conflicto, COVID-19 y cambio climático, es innegociable: transformar las economías y los sistemas alimentarios rurales e impulsar un desarrollo más sostenible e inclusivo de los pequeños agricultores y sus comunidades”, señaló Houngbo. Nota para los editores: El Informe Anual 2021 del FIDA en versión digital incluye historias de las comunidades en donde el FIDA está marcando la diferencia. Eche un vistazo aquí. Contacto FIDA: mediateam@ifad.org Para concertar entrevistas, acceder a contenidos audiovisuales y cualquier otra consulta: Alberto Trillo: (+39) 366 576 3706 El FIDA es una institución financiera internacional y un organismo especializado de las Naciones Unidas con sede en Roma, donde se encuentra el mecanismo central de las Naciones Unidas para el sector de la alimentación y la agricultura. El Fondo invierte en la población rural y, al empoderar a estas personas, las ayuda a reducir la pobreza, aumentar la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y fortalecer su resiliencia. Desde 1978, hemos destinado más de USD 23 200 millones en donaciones y préstamos a bajo interés para financiar proyectos en países en desarrollo. El año pasado, los proyectos respaldados por el FIDA beneficiaron a cerca de 130 millones de personas. Una gran variedad de fotografías que ilustran la labor del FIDA en las comunidades rurales se pueden descargar del banco de imágenes de la organización. Comunicado de prensa n.º. IFAD/45/2022
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Comunicado de prensa
09 junio 2022
“Bolivia Conversa”: un diálogo digital para construir un mejor país
La Paz, 9 de junio del 2022 (Naciones Unidas Bolivia). - La Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia y el Sistema de Naciones Unidas en Bolivia convocan al tercer diálogo digital “Bolivia conversa” que tendrá lugar este sábado 11 de junio a las 10 de la mañana. El propósito es promover una conversación entre bolivianos y bolivianas hacia la construcción de un amplio proceso de diálogo y reencuentro.
Con el apoyo de inteligencia artificial, “Bolivia Conversa” es un espacio digital para que bolivianas y bolivianos de todas las regiones del país puedan conversar sobre aquello que les une y cómo se puede construir un mejor país. Todas las personas interesadas están invitadas a inscribirse en el sitio web: www.boliviaconversa.bo.
Más de 1250 personas de los nueve departamentos del país ya fueron partícipes de las dos anteriores versiones del diálogo digital "Bolivia conversa" que se llevaron a cabo en diciembre de 2021 y abril de 2022. En ambas conversaciones, 9 de cada 10 vieron como necesario y urgente un proceso de diálogo y reencuentro nacional y los temas más mencionados para tratarse en dicho proceso fueron: el desarrollo económico, la desigualdad y la inclusión, y la protección del medio ambiente. Casi todas las y los participantes coincidieron que el principal “tesoro” del país es la riqueza natural y la diversidad cultural.
Este sábado, un equipo de Naciones Unidas y de la Vicepresidencia del Estado moderará la conversación a través de una plataforma digital. Las y los participantes escribirán sus opiniones mientras la plataforma procesa los contenidos y agrupa conceptualmente las respuestas a las preguntas que se irán planteando. Éstas serán devueltas a las y los participantes para priorizar y comentar sobre las demás respuestas. Las participaciones serán anónimas para asegurar un espacio de confianza y respeto.
El diálogo digital forma parte la Iniciativa de la ONU para la Consolidación de la Paz en Bolivia y el Programa de Reencuentro Nacional, implementado por la Vicepresidencia del Estado y Naciones Unidas Bolivia, con el apoyo financiero del Fondo para la Consolidación de la Paz. El objetivo es contribuir a construir una cultura de paz y fortalecimiento de la democracia a través de mecanismos de diálogo, acercamiento y coordinación entre actores nacionales de todos los ámbitos y regiones del país.
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