“Con la Ley Nº 243, las concejalas nos hemos fortalecido y hemos crecido a nivel político”
Maribel Mita es Concejala, y actual presidenta de la Asociación de Concejalas y Alcaldesas de La Paz
La promulgación de la Ley Nº 243 contra el Acoso y Violencia Política hacia las Mujeres, el 28 de mayo de 2012, marcó un hito histórico en Bolivia y en el mundo. Esta norma, impulsada tras el feminicidio de la concejala Juana Quispe en el municipio de Ancoraimes, fue la primera de su tipo en reconocer y sancionar la violencia estructural que enfrentan las mujeres en espacios de decisión política. A 13 años de su entrada en vigor persisten desafíos para que las mujeres ejerzan plenamente sus derechos políticos, libres de violencia, discriminación y estereotipos de género.
Maribel Mita, nacida en el municipio de Caquiaviri en La Paz, Concejala, y actual presidenta de la Asociación de Concejalas y Alcaldesas de La Paz, es una de las mujeres que ha vivido en carne propia los obstáculos que enfrentan las lideresas en el ejercicio de sus funciones. Su testimonio es un reflejo de los desafíos estructurales, pero también de la fuerza transformadora de las mujeres que deciden no retroceder.
Una de las principales barreras para la aplicación efectiva de la Ley Nº 243 es el desconocimiento, sobre todo por parte de algunas autoridades judiciales y hombres, afirma Maribel. Aunque cada vez más mujeres recurren a esta herramienta legal para denunciar situaciones de acoso y violencia política, aún hay una fuerte resistencia por parte de sus pares varones, quienes suelen deslegitimar su liderazgo o limitar su participación a roles de cuidado, tanto en el ámbito público como en el privado.
Maribel ha enfrentado amenazas de muerte y comentarios profundamente estigmatizantes: “Decían que las mujeres se desvían o hacen separar a las familias cuando hacen política”. A pesar de ello, su convicción por transformar su comunidad fue más fuerte. Encontró en su familia —su esposo, sus hermanos, su madre y sus hijos— un sostén fundamental que la impulsó a seguir adelante y cumplir sus sueños, aún después del fallecimiento de su pareja hace una década.
Como mujer aymara, Maribel también ha sido discriminada por su forma de vestir. “Yo usaba pantalón, y decían: ‘¿Qué hace pues esa birlocha chask’a? ¿Qué sabe de gestión municipal?’”. Al asumir el cargo, decidió vestir pollera por la presión de las autoridades, pero también como una forma de honrar a su madre, Isabel Carlo Tarquino. “Al principio fue doloroso renunciar a una parte de mi identidad, pero no me arrepiento. Hoy llevo el mensaje de que las mujeres como yo también podemos liderar”, afirma.
Desde la aprobación de la Ley Nº 243, Maribel reconoce avances significativos. “Las concejalas nos hemos fortalecido y hemos crecido políticamente”. Destaca el papel clave de las organizaciones sociales e internacionales, como es el caso de ONU Mujeres, por haber contribuido a la difusión de la ley, la formación de lideresas y la promoción de los derechos políticos de las mujeres a través de espacios culturales y comunitarios.
Hoy, Maribel se siente orgullosa de representar a su provincia y de haber llegado hasta donde está. “También me hubiese gustado llegar más lejos, pero sé que lo voy a lograr, con pasos lentos y seguros”. Recientemente culminó su segunda carrera universitaria en Derecho —porque además es comunicadora social— y se está especializando en la Ley Nº 243 para continuar su lucha, no solo por ella, sino por todas sus compañeras.
Biografía de Maribel Mita
Maribel Mita Carlo nació en el municipio de Caquiaviri, provincia Pacajes del departamento de La Paz. Inició su trayectoria política como delegada de curso en el colegio, en la ciudad de El Alto. Posteriormente, asumió cargos en su comunidad y, finalmente, fue electa como Concejala. Actualmente, es presidenta de la Asociación de Concejalas y Alcaldesas de La Paz e integrante del directorio de la Asociación de Concejalas de Bolivia.