Estas jornadas de compromiso se realizaron en el marco del proyecto “Construyendo Municipios más justos”
86 municipios de Bolivia marcaron un hito el pasado 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, al asumir públicamente su compromiso de liderar la lucha contra la violencia de género. Estas jornadas de compromiso se realizaron en el marco del proyecto “Construyendo Municipios más justos”, financiado por Unión Europea en Bolivia, e implementado por ONU Mujeres y ACOBOL.
Durante estas jornadas, alcaldes y alcaldesas de distintos municipios se posicionaron como actores clave para el cambio, firmando declaraciones y comprometiéndose a implementar acciones concretas para erradicar la violencia contra mujeres y niñas. Este acto no solo evidenció una voluntad política renovada, sino que también estableció un precedente en la colaboración entre gobiernos locales, organizaciones de la sociedad civil y comunidades.
La violencia contra mujeres y niñas sigue siendo una de las problemáticas más graves y persistentes en Bolivia, afectando a más del 70% de las mujeres en zonas urbanas y rurales, según la Encuesta de Prevalencia y Características de la Violencia contra las Mujeres (INE, 2016). Este fenómeno, profundamente arraigado en normas culturales y sociales, no solo socava la dignidad y los derechos humanos de millones de mujeres, sino que también perpetúa su impunidad.
Por ello, el proyecto, que cuenta con el respaldo financiero de la Unión Europea por 3.500.000 euros, se extenderá hasta 2026 y busca fortalecer los servicios esenciales de atención y protección en 94 municipios rurales, abarcando los nueve departamentos del país. Entre las acciones prioritarias se encuentran el fortalecimiento de los sistemas locales de respuesta, la prevención de la violencia a través de la sensibilización comunitaria y la capacitación de actores clave para garantizar una atención adecuada y efectiva a las víctimas.
ONU Mujeres y la Unión Europea reafirman su apoyo a las autoridades que han demostrado liderazgo y voluntad política para transformar sus municipios. Esta iniciativa demuestra que, cuando la acción conjunta es prioritaria, es posible construir un futuro donde cada mujer y niña pueda vivir libre de violencia.