El Programa Pro Camélidos, apoyado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola FIDA en Bolivia y ejecutado por el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras
El Programa Pro Camélidos, apoyado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola FIDA en Bolivia y ejecutado por el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras firmó un convenio con el Banco Unión y la entidad Financiera CRECER, con el fin de promover el uso de financiamiento a través del crédito y los servicios de ahorro y préstamo a productores y organizaciones de negocio del Complejo productivo de camélidos.
Según Roberto Bonifacio, coordinador del programa, ProCamélidos tiene una línea de trabajo que trabaja con el acceso a servicios financieros y en ese marco, después de la firma de convenio, se generará una cartera para incentivar al ahorro en las familias y organizaciones económicas que conforman el programa.
En la presente gestión, Pro Camélidos ha generado una cartera de beneficiarios interesados en ahorrar. 313 solicitudes de familias productoras en camélidos y 5 solicitudes grupales serán acreedoras de incentivos que suman Bs. 543 mil y que serán desembolsados después de 6 meses de acompañamiento y fortalecimiento de capacidades.
Bonifacio explicó que los incentivos serán otorgados a las familias u organizaciones que puedan ahorrar con perseverancia cada mes. Al cabo de 6 meses las familias hayan logrado ahorrar un monto de Bs. 1.400 y en las organizaciones Bs. 21.000, recibirán estos montos íntegros por parte de ProCamélidos, es decir, recibirán un incentivo de Bs 1400 en el caso de las familias o Bs 21.000 en el caso de las organizaciones.
La firma de convenio es parte de la alianza estratégica con las dos entidades financieras previamente mencionadas, en las familias u organizaciones podrán abrir sus cuentas de ahorro y a partir de ello, ser beneficiarias del acompañamiento y el incentivo. Marco Camagni, director país para FIDA en Bolivia señaló que estas medidas son parte de la estrategia de fortalecimiento integral del complejo camélido, específicamente el fortalecimiento de capacidades financieras que son fundamentales para el crecimiento de la economía rural.