En el Día Internacional de los Pueblos Indígenas Naciones Unidas refuerza su compromiso de trabajar por su supervivencia y la protección de sus derechos
09 agosto 2020
“Hacer realidad los derechos de los pueblos indígenas implica garantizar su inclusión y participación en las estrategias de respuesta al COVID-19 y de recuperación posterior. Se debe consultar a los pueblos indígenas respecto de todas las iniciativas orientadas a reconstruir con más solidez y recuperarnos mejor.” António Guterres – Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas
La Paz, 9 de agosto (Naciones Unidas).- El Sistema de Naciones Unidas en Bolivia, en el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, recuerda el ideal común de solidaridad y respeto mutuo plasmado en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y refuerza su compromiso de proteger su supervivencia y sus derechos ante la pandemia por COVID-19.
La crisis sanitaria a consecuencia de la pandemia ha evidenciado la situación de vulnerabilidad que soportan los pueblos indígenas a nivel mundial, que desde antes de la pandemia ya afrontaban situaciones de desigualdad y discriminación. Más del 86% de indígenas de todo el mundo trabaja en la economía informal y tiene casi 3 veces más probabilidades de vivir en condiciones de extrema pobreza; 47% de quienes trabajan no tiene acceso a la educación. Esta brecha es aún mayor en el caso de las mujeres debido a su rol preponderante en la economía informal y como cuidadoras en el hogar.
En Bolivia, las poblaciones indígenas se han caracterizado históricamente por su situación de pobreza. Según datos de la Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas (UDAPE), la incidencia de pobreza extrema en pueblos indígenas el 2018 fue de 23,5%. Solo el 45% de la población indígena vive en el campo, como resultado de la migración hacia las ciudades, manteniendo importantes inequidades en las condiciones económicas y sociales, así como en el acceso y la calidad de servicios sociales básicos. Pese a algunos avances importantes, como la regulación del ejercicio de la medicina tradicional ancestral, los pueblos indígenas se enfrentan a la falta de un sistema de salud que responda a las necesidades médicas desde una perspectiva intercultural, a enfermedades de base (tuberculosis, malaria, micosis pulmonar, dengue, entre otras), la falta de atención a su salud sexual y reproductiva (embarazos, controles pre y post natales, maternidad segura y autocuidado de su cuerpo), además de diferentes riesgos en cuanto a sus medios de subsistencia como consecuencia del impacto ambiental. Según información de organizaciones de sociedad civil, en julio de este año, del total de focos de calor, 56 se concentraron en 32 territorios indígenas y 3.051 en 42 áreas protegidas de Santa Cruz, Beni, La Paz y Cochabamba.
Estas condiciones de vulnerabilidad se ven agravadas en el país por la pandemia, que ha evidenciado las falencias estructurales en general y del sistema de salud en particular, que presentan limitaciones a la hora de responder a las necesidades de los pueblos indígenas desde una perspectiva intercultural y diferenciada y que coloca a algunos de estos pueblos, incluso en un serio riesgo de desaparición. Sin embargo, los pueblos indígenas están demostrando una resiliencia extraordinaria, por medio de sus prácticas tradicionales de medicina ancestral, así como protocolos de prevención y monitoreo dentro de sus territorios difundidos a través de sus propias lenguas, formas de comunicación y sistemas de organización.
En este contexto, saludamos la aprobación por parte del Gobierno del Plan de Mitigación y Protocolo para el abordaje del COVID-19 en pueblos indígenas, originario campesinos y afrobolivianos. En resguardo de sus derechos a la autodeterminación y a la consulta previa, libre e informada, exhortamos a los diferentes niveles de gobierno a incluir a representantes, líderes, lideresas y autoridades tradicionales indígenas en la urgente implementación de las acciones contenidas en dicho Plan, así como en las acciones posteriores de recuperación socioeconómica de los pueblos y territorios indígenas, a fin de garantizar la protección de sus derechos, territorios y recursos naturales frente a los impactos de la pandemia, teniendo en debida consideración sus niveles comunitarios y prácticas tradicionales de salud.
Naciones Unidas en Bolivia, a través de sus agencias, fondos y programas, apoya técnicamente el desarrollo de planes, protocolos y acciones preventivas junto a las distintas instancias de gobierno para una respuesta a las poblaciones indígenas ante la crisis sanitaria. Asimismo, presta asistencia a mujeres indígenas emprendedoras; proporciona insumos y equipos de bioseguridad a diferentes pueblos indígenas; y ha elaborado y socializado mensajes comunicacionales de prevención en varios idiomas nativos y difundido información sobre COVID-19 y derechos sexuales y reproductivos, incluyendo sobre prevención y atención de la violencia dirigida a mujeres indígenas.
En esta fecha, Naciones Unidas en Bolivia reitera su pleno compromiso de acompañar y trabajar por la protección de los derechos humanos de todos los pueblos indígenas del país.