Comunicado de prensa

Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios – Plan de respuesta humanitaria mundial COVID-19

17 julio 2020

Desde que se lanzó el plan inicial el 25 de marzo, se han recaudado 1.7 mil millones de dólares de generosos fondos de donantes.

Al hacer un llamamiento actualizado de 10.3 mil millones de dólares para luchar contra el coronavirus en los países frágiles y de bajos ingresos, El Jefe de Asuntos Humanitarios de la ONU, Mark Lowcock, ha pedido a las naciones del G20 que actúen ahora o se enfrentaran a una serie de tragedias humanas más brutales y destructivas que los impactos directos del virus en la salud.

Si no se adoptan medidas de mitigación, la pandemia y la recesión mundial desencadenarán el primer aumento mundial de la pobreza desde 1990 y pondrán a 265 millones de personas en situación de hambruna a finales de año. Estimaciones recientes sugieren que hasta 6.000 niños podrían morir cada día por causas evitables como resultado de los impactos directos e indirectos de COVID-19. Mientras tanto, la utilización de los recursos sanitarios para luchar contra el virus podría hacer que se duplicara la cifra anual de muertes por VIH, tuberculosis y paludismo.

COVID-19 está ahora presente en todo el mundo, con más de 13 millones de casos confirmados y más de 580.000 muertes. El primer caso confirmado en Idlib en Siria fue reportado la semana pasada, lo que despertó el temor de un brote devastador en los abarrotados campos de desplazados. En el Yemen, el sistema inmunológico de la población está debilitado después de años de guerra y privaciones, y alrededor de una cuarta parte de los yemeníes con COVID-19 confirmado han muerto, una tasa cinco veces más alta que en todo el mundo.

El Secretario General Adjunto de Asuntos Humanitarios de la ONU, Mark Lowcock, dijo:

«La pandemia y la recesión mundial asociada están a punto de causar estragos en los países frágiles y de bajos ingresos. La respuesta de las naciones ricas hasta ahora ha sido sumamente inadecuada y peligrosamente miope. Si no se actúa ahora, el virus quedará libre para dar la vuelta al mundo, deshacer décadas de desarrollo y crear una generación de problemas trágicos y exportables.

«No tiene por qué ser así, es un problema que puede solucionarse con dinero de las naciones ricas y una reflexión fresca de los accionistas de las instituciones financieras internacionales y los partidarios de los organismos de las Naciones Unidas, el movimiento de la Cruz Roja y la Media Luna Roja y las ONG.

«Los países ricos han dejado de lado las reglas cuando se trata de proteger sus propias economías. Deben aplicar las mismas medidas excepcionales a los países que necesitan ayuda. La perspectiva de crisis en cascada más brutales y destructivas que cualquier cosa que el virus por sí solo pueda hacer debe sacarnos a todos de nuestra zona de confort».

El Plan de respuesta humanitaria mundial COVID-19 es el principal vehículo de recaudación de fondos de la comunidad internacional para responder a los efectos humanitarios del virus en los países de bajos y medianos ingresos y apoyar sus esfuerzos para combatirlo. Reúne los llamamientos de la Organización mundial de la Salud (OMS) y otros organismos humanitarios de las Naciones Unidas. Las ONG y los consorcios de ONG han desempeñado un papel decisivo en la elaboración del plan y en la ayuda a socios claves en su ejecución, y pueden acceder a la financiación a través de él.

El plan proporciona ayuda y protección que prioriza a los más vulnerables. Esto incluye a las personas mayores, las personas con discapacidades, las personas desplazadas y las mujeres y niñas, dado que las pandemias agudizan los niveles existentes de discriminación, desigualdad y violencia de género.

Desde que se lanzó el plan inicial el 25 de marzo, se han recaudado 1.7 mil millones de dólares de generosos fondos de donantes.

El plan actualizado lanzado hoy incluye un suplemento de 300 millones de dólares para reforzar la respuesta rápida de las ONG, más allá de los requerimientos específicos de cada países; una nueva dotación para la prevención de la hambruna de 500 millones de dólares y una mayor atención a la prevención de la violencia de género. Con una financiación de 10.3 mil millones de dólares, el plan prestará apoyo a 63 países vulnerables y abarcará el sistema de transporte mundial necesario para prestar el socorro.

El Plan de respuesta humanitaria mundial COVID-19 funciona junto con otras iniciativas complementarias para proteger a las personas más vulnerables. Entre ellas se incluyen los llamamientos de la Cruz Roja y la Media Luna Roja; el programa del Fondo Mundial para salvaguardar una década de trabajo luchando contra la malaria, la tuberculosis y el VIH; la labor de la Alianza para la Vacunación (Gavi) para mantener a las generaciones futuras libres de sarampión, poliomielitis y otras enfermedades prevenibles mediante vacunación; y el programa de las Naciones Unidas sobre el género en la acción humanitaria. Todos ellos requieren una financiación urgente.

 

Nota a redactores

La actualización del mes de mayo del Plan de respuesta humanitaria mundial de COVID-19 está coordinada por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA) con aportaciones de organismos de las Naciones Unidas y consorcios de ONG. El Plan complementa los planes del Movimiento de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.

 

Para mayor información, por favor contacte: OCHA New York: Zoe Paxton, + 1 917 297 1542, paxton@un.org | OCHA Ginebra: Jens Laerke, +41 79 472 9750, laerke@un.org 

Entidades de la ONU involucradas en esta iniciativa

OCHA
Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios

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