En el Día Internacional del Migrante celebramos la contribución de millones de migrantes a las comunidades, las economías y los países de todo el mundo.
No obstante, también es un día que debe recordarnos los problemas que afrontan los migrantes: desde los prejuicios y la discriminación, hasta la violencia directa y los abusos, pasando por la crueldad inimaginable de la trata de personas.
Esos problemas se ven agravados por la creciente ola de desinformación y discurso de odio que genera divisiones y distorsiona las valiosas aportaciones que hacen los migrantes todos los días.
Como comunidad mundial, debemos apelar a la humanidad que nos une y trabajar para invertir estas tendencias nocivas.
El Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, aprobado hace seis años, ofrece soluciones concretas para proteger a los migrantes en cada etapa de su trayectoria y seguir ampliando las vías de migración sobre la base de los derechos.
Además, al aprobar recientemente El Pacto para el Futuro, los países del mundo volvieron a comprometerse con reforzar las alianzas internacionales y la cooperación mundial en pro de la migración segura, ordenada y regular.
Hoy y todos los días, defendamos los derechos de todos los migrantes y trabajemos para crear sistemas de migración seguros, humanos e inclusivos.