El turismo es una poderosa fuerza de progreso y entendimiento mutuo. Ahora bien, para que esta fuerza produzca todos sus beneficios, hay que protegerla y alimentarla.
En la actualidad, la emergencia climática amenaza muchos destinos turísticos y la propia supervivencia de las comunidades y economías que dependen del turismo. Además, muchos países en desarrollo que se están viendo gravemente afectados por un clima cambiante se enfrentan también a un creciente déficit de inversión y a una crisis del costo de la vida.
En este Día Mundial del Turismo, reconocemos la necesidad vital de inversiones verdes para construir un sector turístico que obre en beneficio de las personas y el planeta.
Los Gobiernos y las empresas deben invertir en prácticas turísticas sostenibles y resilientes. Los actores privados deben adoptar vías de emisión cero, reducir su consumo de energía y aprovechar las formas renovables de energía. Y todo el mundo debe proteger la biodiversidad y el equilibrio ecológico de todos los destinos.
Las inversiones selectivas pueden generar empleo y apoyar a las empresas e industrias locales, al tiempo que mitigan el impacto ambiental del turismo, empoderan a las comunidades, promueven sus culturas y contribuyen a los sistemas esenciales de protección social.
Así pues, hagamos todos más para aprovechar todo el potencial del turismo sostenible. Porque invertir en turismo sostenible es invertir en un futuro mejor para todos.