Programa: Construyendo Resiliencia ante el Cambio Climático en Familias Rurales de Bolivia, conocido como Accesos Rural.
Con apoyo técnico y financiero del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola de las Naciones Unidas (FIDA), el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras de Bolivia ha anunciado la puesta en marcha de un nuevo programa orientado a incrementar los ingresos y la resiliencia climática de más de 19 000 pequeños productores rurales vulnerables en 35 municipios de los departamentos de Cochabamba, Chuquisaca, La Paz, Potosí y Tarija, y en las regiones del Altiplano, Chaco y Valles.
Gracias a una inversión total de 23,6 millones de dólares estadounidenses a través del programa Construyendo Resiliencia ante el Cambio Climático en Familias Rurales de Bolivia, conocido como Accesos Rural, miles de campesinos organizados e indígenas dedicados a la producción de insumos clave en el país podrán mejorar sus condiciones de vida, mientras contribuyen a la seguridad y soberanía alimentaria del país.
El nuevo programa financiado por el FIDA dará prioridad a aquellos que tienen un mayor grado de vulnerabilidad económica y social, en línea con el Plan Sectorial de Desarrollo Integral (PSDI) Sector Agropecuario de Bolivia, cuyo objetivo es incrementar el ingreso de los productores agropecuarios rurales.
“Accesos Rural prioriza la participación inclusiva de las mujeres y los jóvenes para fortalecer sus capacidades productivas, organizativas y de negociación; así como su acceso a las innovaciones tecnológicas, productivas y de acceso a mercados. Con ello, les alentamos a ejercer sus derechos económicos, sociales y culturales”, afirmó Daniel Anavitarte, Director de País del FIDA para Bolivia.
Este programa será implementado hasta el año 2027 y ofrecerá a las organizaciones agrarias la posibilidad de cofinanciar sus proyectos de adaptación al cambio climático. Accesos Rural aportará el 70% del valor total de cada proyecto, y la contraparte provendrá de sus participantes.
Invirtiendo en la población rural
El FIDA invierte en el desarrollo de las comunidades rurales en Bolivia desde hace más de 40 años. Además, gracias al trabajo conjunto desplegado con el gobierno, el fondo tiene un portafolio activo de más de 44 millones de dólares estadounidense en proyectos que benefician directamente a más de 65 000 familias campesinas en el país altiplánico.