Este año se celebra el 30º aniversario del Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD). En este año también debemos acelerar los esfuerzos y las inversiones para que sus promesas se hagan realidad.
Uno de los elementos centrales del Programa de Acción de la CIPD es el reconocimiento de que la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos de la mujer son piedras angulares del desarrollo sostenible.
En las décadas transcurridas desde su aprobación, se han conseguido avances. Nunca antes tantas mujeres habían tenido acceso a anticonceptivos modernos. Las muertes maternas han disminuido un 34 % desde el año 2000. Los movimientos de mujeres y de la sociedad civil han sido fundamentales para promover esos cambios.
Sin embargo, los progresos han sido desiguales e inestables. Resulta indignante que, bien entrado el siglo XXI, cada día mueran innecesariamente unas 800 mujeres durante el embarazo o el parto, la inmensa mayoría de ellas en países en desarrollo. Y en algunos lugares, se corre el riesgo de retroceso en los avances legislativos logrados para afrontar cuestiones tan cruciales como la mutilación genital femenina.
Como nos recuerda el lema del Día Mundial de la Población de este año, invertir en la reunión de datos es importante para entender los problemas, encontrar soluciones idóneas e impulsar el progreso. En ese sentido, también es importante la financiación. Insto a los países a que aprovechen al máximo la Cumbre del Futuro que se celebrará este año para liberar capital asequible para el desarrollo sostenible.
Hagamos realidad el Programa de Acción de la CIPD para todas las personas y en todas partes.