Cerca de 4 000 jóvenes de áreas rurales y periurbanas en Bolivia, Colombia y Honduras han mejorado sus medios de vida tras su participación en un proyecto de desarrollo rural para jóvenes financiado y promovido por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola de las Naciones Unidas (FIDA), junto a su socio estratégico ICCO Cooperación.
Durante los últimos tres años, la iniciativa ha proporcionado diversas oportunidades económicas de empleo, emprendimiento y una mejora nutricional para un total de 4 800 jóvenes en zonas rurales y periurbanas. El llamado proyecto Puentes/Rural for Young People fomentó el desarrollo de habilidades técnicas, empresariales, interpersonales y digitales.
La iniciativa estuvo orientada a la revalorización del patrimonio alimentario, la buena nutrición, la generación de empleos decentes y la creación de emprendimientos sostenibles en los sectores de gastronomía, alimentación, turismo comunitario y otros relacionados. El 70% de participantes fueron mujeres, y el 84% del total de jóvenes consiguió mejorar sus hábitos de nutrición en familia. “El proyecto ha fomentado el empoderamiento económico de los jóvenes y la integración de lo rural y lo urbano.
Mediante el desarrollo de capacidades técnicas y sociales, juntos hemos promovido una mejor nutrición, la creación de empleos dignos y el establecimiento de emprendimientos sostenibles en los sectores de la gastronomía y la hostelería”, señaló Rossana Polastri, Directora Regional del FIDA para América Latina y el Caribe. “Los 1,5 millones de euros aportados por el FIDA para este proyecto han sido destinados a apoyar el modelo implementado por las Escuelas “Manqa” en Bolivia, “Miska” en Honduras y “Anfitriones para la paz” en Colombia, que utilizan la gastronomía como herramienta para el desarrollo rural y para revalorizar las áreas rurales y el patrimonio alimentario”, dijo Daniel Anavitarte, Director de País del FIDA para Bolivia.
“Con este proyecto se promovieron nuevas conexiones entre el medio rural y las ciudades que se traducen en mejores oportunidades laborales para los jóvenes; así como en un mayor empoderamiento económico de las comunidades vulnerables, y un fortalecimiento de los sistemas agroalimentarios orientados a la resiliencia climática y seguridad alimentaria”, agregó Conny Toornstra, Directora Regional de ICCO Conexión América Latina. Innovación para la acción Entre las iniciativas innovadoras puestas en marcha gracias al proyecto, destacaron las escuelas móviles de cocina para zonas rurales. Estos vehículos visitaron zonas rurales de Bolivia (“Miska”) y Colombia (“Anfitriones para la Paz”).
Con el objetivo de generar oportunidades para los jóvenes, las escuelas móviles llevaron servicios de formación en gastronomía con identidad, transformación de productos locales, nutrición y emprendimiento juvenil. El proyecto también consolidó la comunidad digital “ConexiónLab”, conformada por jóvenes rurales y peri-urbanos de los tres países que aprendieron nuevas habilidades digitales que les permitirán generar oportunidades económicas y promover de sus emprendimientos. Con el fin de prestigiar la gastronomía boliviana, revalorizar el área rural, su patrimonio alimentario y cultural, el proyecto organizó el concurso juvenil gastronómico “Así sabe mi tierra: Cocina desde el campo”, donde se fomentó la utilización de alimentos locales. Por último, la iniciativa “Youtubers y Tiktokers Rurales” convocó a más de 2 400 jóvenes de entre 16 y 35 años de áreas rurales y periurbanas de Bolivia, Colombia y Honduras.
Los participantes aprendieron a producir contenido digital de valor, así como a difundir información relacionada con la producción de alimentos, cocina, cultura y turismo de sus entornos. Youtubers y Tiktokers siguen contribuyendo a la revalorización del campesinado y de las comunidades indígenas en sus vínculos con la cadena alimentaria.